Han pasado 5 años de la muerte del periodista comunitario Milton Téllez Sanmiguel. Todo un personaje que hizo historia con el Semanario El Pregonero de Fontibón durante 38 años.
El mismo se hacía llamar el loco, por sus rabietas inesperadas que le llegaban algunos días.
Milton fue un periodista empírico que comunicaba sábado a sábado lo que pasaba en Fontibón. Un verdadero hito del periodismo popular. 38 años publicando un medio de comunicación con todas las dificultades económicas que acarrean los impresos.
El Semanario El Pregonero, era distribuido entre los comerciantes de la Plaza de Mercado de Fontibón, allí hacía canje de avisos por alimentos, “era para llevar la comidita a la casa”. Milton arañaba uno que otro aviso que le ayudaba para comprar sus cigarrillos y hasta para el aguardiente.
El periodista libreta en mano, salía los miércoles de su casa en el barrio La Laguna, con su bicicleta panadera a recorrer los lugares donde podía encontrar noticias para publicar en el semanario.
No utilizaba grabadoras para las entrevistas, todo lo dejaba apuntado en su libreta y en su cabeza.
Milton, no era un periodista malintencionado o creador de noticias falsas. El procuraba contar siempre la verdad.
No tenía más de dos amigos -Jairo Amézquita y Germán Vargas Rubio- con quienes se reunía los jueves en la noche a finalizar la redacción de El Pregonero y a hacer la armada al calor de unos buenos aguardientes, cigarrillo y buena música.
Los viernes debía enviar los archivos para que le “bajaran” las planchas electrostáticas con las que imprimía a blanco y negro su periódico.
Pocas veces El Pregonero salió a color, debido a que la máquina “multilith” donde lo imprimía no registraba bien el color. El sufría cuando le salía un aviso a full color, porque sabía que no iba a quedar bien impreso por la calidad de la máquina.
Lo único bueno, era que le llegaban unos pesitos con los que compró su computador e impresora.
Milton, alcanzó a tener cuenta de twitter e inclusive a abrir un blog para subir la edición digital y eso lo tenía muy orgulloso. Algunos ingresábamos a buscar la edición en la red cuando no encontrábamos el periódico físico.
Mathius era un perro pequinés que lo acompañaba en su bicicleta a repartir el periódico por los barrios de fontibón todos los sábados. Cuando se cansaba de pedalear, se bajaba a descansar en una tienda y le compraba un pedazo de salchichón a su fiel amigo. Así lo encontramos varias veces.
Tuvimos la oportunidad de hacerle una entrevista a Milton, ocho días antes de su deceso, fue en el parque la Laguna, cerca de su casa.
Estaba enfermo, amarillo. Luego nos llevó a la sala de su casa y se animó a prender el computador para quizá iniciar la última edición del Semanario El Pregonero de Fontibón. El que le daba vida.
Esa edición que nunca salió…
Pedro J. Cardozo S.
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