Pese a la medida tomada por la administración distrital de Claudia López, como fue la implementación de un bicicarril en la calle 13 al occidente de Fontibón, las fatalidades no han parado.
En la semana que terminó, se supo que tres personas habían perdido la vida en accidentes viales acaecidos en ese corredor que sirve para entrar o salir a la Sabana Occidente.
La medida tomada de instalar ese bicicarril, generó un sinnúmero de reacciones entre la comunidad que diariamente debe trasladarse por esa ruta hacia su residencia o lugar de trabajo.
Buscando mitigar la situación, la Secretaría de Movilidad de Bogotá y las autoridades municipales de los municipios de la Sabana Occidente de la mano del Gobernador Nicolás García, iniciaron una serie de mesas de trabajo que hasta la fecha al parecer no ha resuelto nada.
Al contrario y según los voceros de las comunidades impactadas, en los últimos días, han tenido que observar como los desesperados conductores toman “rutas alternas” por los barrios como Batavia, Flandes, Thalia, San Pablo, Bohíos, Paraíso, El Portal, entre otros para buscar hacerle el quite al trancón.
Esto ha llevado a los líderes de la comunidad a sentar su voz de protesta, ya que lo que el ruido de los motores y la “pitadera” de los carros, acabó con la calma y el descanso.
De acuerdo a las denuncias de la ciudadanía, las calles internas de estos barrios, no fueron diseñadas para soportar la carga vehicular con la que ahora cuenta y menos tienen la anchura, altura y capacidad de peso para que tractomulas y pesados camiones circulen por allí.
TRES MUERTOS
Lo que más preocupa y rechazan los habitantes de ese sector, es que la cifra de accidentes y fallecidos no han bajado, al contrario, en la última semana 3 personas fallecieron y una tractomula, impactó los maletines dispuestos para separar a los ciclistas de los vehículos.
El último fallecido, fue un biciusuario el pasado domingo, que al parecer, no estaba dentro de la zona de protección prevista para la protección, razón que manifiestan conductores y comunidades, que la cicloruta permanece con pocos usuarios y el trancón al contrario, cada vez es más grande por la capacidad de la vía.
¿CUANTO VALE LA SOLUCIÓN?
Sabiendo que esta avenida es fundamental para comunicar el centro del país con Antioquia y la Sabana de Bogotá en el costado occidental, donde tienen asiento todo tipo de compañías de logística, así como factorías industriales, además también sirve para comunicar el centro y norte de la ciudad con el occidente, especialmente con la localidad de Fontibón, se hicieron algunos estudios de factibilidad para mejorar la situación.
Por esto, la administración de Enrique Peñalosa, con el acompañamiento técnico de la Agencia Nacional de Infraestructura, realizaron estudios técnicos y financieros para la factibilidad de una Alianza, Público Privada (APP) de carácter público. Según divulgó el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) en el año 2018, el proyecto requerirá inversiones por $3,5 billones, tanto para la parte de construcción como para la operación de la vía. Se trata de una concesión vial en la que destinaría una doble calzada (dos carriles por sentido) para el tráfico pesado que esté dispuesto a pagar por circular a mayor velocidad. Habría espacio para una troncal de Transmilenio y cuatro carriles más para tráfico mixto sin cobro.
“Pero todo se quedó en estudios y buenas intenciones, pero de soluciones nada”, como dijo don Víctor Leguizamon Cortés, un señor de ochenta años que debe tomar el transporte público para llegar a su casa en el barrio Prados de la Alameda y que además debe disponer de una hora para salir de Fontibón y otra para entrar, después de vender chucherías en la carrera 13 de Chapinero.
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