Se trata de 24 hombres y mujeres que, protegidos de pies a cabeza, trabajan en la desinfección de calzadas y andenes de siete de los sectores más concurridos de estas localidades vecinas del aeropuerto Internacional El Dorado, uno de los 16 aeropuertos concesionados a cargo de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).

En este trabajo de desinfección usan un aliado importantísimo. Una poderosa máquina de bomberos utilizada en la atención de emergencias aéreas, pero que ahora sale a recorrer las calles de estas dos localidades para apoyar el proceso de limpieza.

“Es una ayuda humanitaria que tiene el aeropuerto con sus vecinos y que agradecemos mucho”, señaló José Espejo, vicepresidente de la junta de acción comunal de Los Cámbulos en la localidad de Fontibón. “Este tipo de labores deben repetirse e instó a que sigan involucrando más a la comunidad para hacer parte de las soluciones”, agregó.

Este trabajo, que realiza el concesionario Opain S.A., hace parte de las labores de desinfección que adelanta la terminal aérea en las zonas externas, como parte de las medidas de mitigación para el Covid 19. Con este proceso de asepsia, se eliminan microorganismos como hongos, virus y bacterias.

La cuadrilla, con cepillo y escoba en mano, realiza la limpieza profunda en centros alto tráfico de personas como los parques y las paradas de buses, así como lugares donde se concentran personas que prestan sus servicios como domiciliarios. Esta semana se realizó una jornada especial en los alrededores de la Plaza de Mercado de Fontibón y del Parque Fundacional, que son dos de sitios de mayor afluencia de personas en la localidad.

“Estoy muy agradecida con las directivas del aeropuerto por tenernos en cuenta para esta jornada de desinfección. Ahora nos sentimos más seguros y protegidos en nuestra salud y en la de nuestras mascotas”, señaló Alix Rojas, presidenta de la junta de acción comunal del barrio Normandía en Engativá, quien además destacó que esta iniciativa de responsabilidad social se llevó a cabo en los puntos de mayor afluencia de personas del barrio, donde más se necesita.

Los operarios, ataviados con trajes tipo ‘astronauta’, botas pantaneras y chalecos antireflectivos, no van solos, están acompañados de la ‘caballería’: un carro de bomberos y una mezcladora mixer, que cambió temporalmente las grandes cantidades cemento por agua (con capacidad de 7 m3) y detergente de uso industrial.